LA VIDA EN EL DESECHO // INGRID G. CRUZ
2018 nuevo ciclo, nuevo inicio, el inicio de un final.
Ingrid G. Cruz se reencuentra con el arte gráfico después de una dedicación exclusiva a la maternidad y la construcción y producción de espacios interiores durante años. Creatividad enclaustrada entre cuatro paredes que comienza a rebosar tras una mudanza. Un tablero de encofrado desechado y las ganas de crecer, un momento vital en el que vuelve a observar sus manos y su necesidad de utilizarlas para lo que han nacido: crear.
“La intención es convertir el desecho en belleza, en inspiración, conseguir que la basura no sea basura. Qué nuestro paso por la vida deje un mundo mejor para quien viene detrás.”
Una serie de obras que nace y nunca acabará; que crece con cada pedazo de madera abandonado que le transmite su voluntad de ser algo más que desecho, con suerte, digno de reciclaje.
Manos y Pies busca transmitir el movimiento de la vida. Esos momentos, esas historias vitales de quien quiere ser retratado de un modo distinto. Retratos que acercan el alma de las personas más allá de la clásica mirada de ojos imperturbables a través de los siglos; porque un retrato no es solo un rostro y unos ojos, cada parte de nosotros dice quien somos y así se plasma en esta serie.
“El lenguaje corporal dice más que las palabras, los rastros en la piel cuentan nuestra historia y el modo en el que nos relacionamos con el mundo. Puedes ver el sufrimiento en los pies de loto, el trabajo en las manos ancianas y la cooperación en un árbol compuesto por manos entrelazadas.”
La serie Manos y Pies salió por primera vez del hogar para participar en una exposición en la cuidad natal de la artista, Barcelona. Desde entonces ha viajado a nivel nacional, próximo destino: la campiña sevillana.