PETRUS DE VUYST

Petrus Andreas De Vuyst, tu nombre tiene algo nórdico, de dónde eres Petrus?

Yo nací en Gante, Bélgica, por lo tanto soy flamenco, el término que se utiliza para nombrar a aquellos que son de la región Flandes.

Petrus, tú te dedicas a la pintura artística y tus obras me parecen muy vinculadas con el movimiento artístico actual del Hiperrealismo. ¿Nos podrías contar algo al respecto?

Con gusto. Es verdad, el realismo es mi nicho y algún estudioso del arte en Quito, donde resido, me comentó a raíz de mi exposición individual en el año 2018 en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, que se debería añadir el adjetivo “lírico” por el carácter específico del realismo de mi arte.

Se dice que de tal palo tal astilla, tomando en cuenta que mi padre Gaspard era pintor/profesor, y su lenguaje artístico también era realista, así que esta visión tan particular me vino con los genes y era parte de mi educación. El taller de mi padre estaba siempre abierto para empaparme de las técnicas del dibujo y la pintura, sobre todo durante la época de los 70s cuando mi papa me encargaba algunos dibujos para una serie de cuadros realistas. Al mismo tiempo estaba estudiando Artes Plásticas en el Instituto Superior de Bellas Artes San Lucas y posteriormente un postgrado en Restauración de Obras de Arte, en Gante. Nunca perdí este vinculo paternal ya que no solo lo sentí como padre como tal sino también como mi maestro principal.

Otro aspecto que quisiera mencionar y que tiene que ver con esta inclinación hacia el realismo es la importancia que ha tenido y que tiene el arte de los Primitivos Flamencos en mi percepción y representación de la realidad.

Efectivamente, revisando las obras que publicas en tu sitio web petrusdevuyst.art me sorprenden el detalle y la minuciosidad de tu arte pero también esta otra dimensión que se percibe en tus retratos y paisajes y que va más allá de un verismo. El título de tu proyecto El Espíritu del Lugar no deja duda al respecto.

Así es, me parece fundamental explorar las relaciones expresivas del realismo, mucho más allá de la visión del objetivo fotográfico. Pienso que los cuadros de mi última exposición individual en Quito lo han demostrado. Pintar un paisaje no es solo un acto académico sino una actividad pictórica que sirve para lograr un resultado que expresa lo que el artista siente al observar este paisaje. En el caso del paisaje trato de revelar características que emanan de la naturaleza en este lugar, como una manifestación de lo sagrado y en ocasiones también de la relación entre un colectivo humano y su territorio e historia.

En el caso de los retratos vale referir nuevamente a los Primitivos Flamencos que nos enseñan como pintar un retrato psicológico, profundizando en las emociones del retratado. Una de mis últimas obras es el retrato de mi padre que debe responder a esta visión, siendo un caso extremo ya que el, a una edad de 97 años, completamente aislado de su familia, se estaba enfrentando a la terrible enfermedad por el coronavirus.

Para pintar tus retratos utilizas una técnica pictórica muy particular que tiene antecedentes en Flandes del siglo XV. ¿En qué consiste?

Efectivamente, esta técnica me sirve bastante para poder expresarme de la mejor manera. Uno de mis mejores amigos es una autoridad en el campo del estudio científico de la pintura flamenca del mencionado siglo y sus investigaciones sobre la técnica de pintura me han ayudado muchísimo para aplicarla. En resumen se trata del uso del dibujo inicial sobre tablas preparadas con gesso para luego pintar una grisalla para conformar los volúmenes con valores lumínicos y terminar aplicando veladuras de color sobrepuestas para el modelado definitivo. Me encanta trabajar con esta técnica.

En el proyecto A Contraluz vemos otra interpretación de la naturaleza. Aquí nos muestras una serie de obras ejecutadas en grises.

Este proyecto nace a raíz de una observación muy particular en un bosque de abedules. Ese día había una neblina no tan densa que estaba filtrando la luz del sol y por alguna razón a contraluz los colores de la naturaleza se transformaban en tonos grises. Este fenómeno natural me emocionó tan profundamente que decidí dedicarme durante un lapso de dos años a la creación de esta serie de pinturas.

¿Cuáles son tus proyecciones de trabajo para el futuro próximo?

Acabo de realizar un viaje de estudio de tres meses en Europa, con énfasis en España. En este momento estoy revisando todo el material fotográfico que me servirá para elaborar una serie de obras de formato pequeño. Me encantaría poder exponerlas el próximo año.

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