ETERNA // MARUJA MALLO

Maruja Mallo©

A 120 años de su nacimiento Maruja Mallo se nos hace eterna, etérea. Con una vida intensa y sin fronteras esta artista es catalogada como una de las más representativas de la generación del 27. Admirada por sus coetáneos, Maruja Mallo pasa desapercibida como la mayoría de las mujeres que se han dedicado a las artes.

Pintora, escultora, ceramista, muralista, Ana María Gómez González no se conformó con su nombre de pila y adoptó aquel que le haría pasar como la gran artista que fue; que es: Maruja Mallo.

Trabajó en París, se dio a conocer en América y dejó su patria para sus últimos años cuando ya la dictadura agonizaba. Una de las artistas dadaístas más interesantes de la historia de la pintura, sin lugar a dudas su personalidad acompaña su obra, se mimetiza con su carácter ecléctico y pasional. Una mujer libre del grupo de las SIN SOMBRERO, intelectuales que en pleno Madrid se atrevieron a desafiar las condiciones machistas- clasistas de la época y que en Sol, centro de la capital española recibieron pedradas por atreverse a quitarse ese accesorio obligatorio de la época.

Amiga íntima de Dalí, García Lorca, Buñuel, Margarita Manso fue una mujer que gozó de la libertad y la pasión por el arte.

La mujer en la obra de Maruja Mallo no es un objeto de deseo sino un sujeto activo, que decide y es dueña de su destino.

Provocadora, esta artista refleja la libertad, la dignidad y la sensualidad del surrealismo.

Maruja Mallo©

Ramón Jiménez Lobo