MICHELLE M. POLIAKOFF // TIEMPO DE MUJER
Hoy como nunca en la historia, el mundo está interconectado, no existen eventos aislados, podemos decir que nada es tan lejano, es como si pudiéramos viajar hacia cualquier parte en este mismo instante, pero también hacía pesado podemos acceder a tanta información que sólo basta con elegir y lo tendremos todo a disposición.
A lo largo de la historia diferentes eventos y corrientes sociales marcaron épocas, tendencias, que poco a poco impactaron en lo social, económico y cultural. Hoy podemos interconectarnos de forma inmediata, y el arte no está ajeno a este efecto multiplicador.
A través de la historia las mujeres hemos sido protagonistas en los lienzos de la mayoría de las obras de arte, grandes artistas mujeres ocultando sus pinceladas y colores detrás de una sociedad en desarrollo y construcción, que poco a poco se educaba así misma. Prejuicios, costumbres, creencias, modelos culturales que con las décadas se fueron transformando, quitando el velo de conductas y costumbres frívolas para transformarse en realismo.
Inclusive cuando los modelos culturales no consideran todo el espectro del componente social, de una u otra forma los procesos propios de la sociedad escapan a las condicionantes y encuentran caminos para manifestarse. La mujer fue y sigue siendo parte de la historia del arte, los museos como testigos de ello, en Europa, América, muestran la presencia de la mujer en la mayoría de las obras, testigos del tiempo que inevitablemente reclama su lugar y reconocimiento.
La lucha por su lugar, por la igualdad entre la mujer y hombre se vio reflejada también en el arte, algo que comenzó a manifestarse con mayor fuerza en los años sesenta. Una época emblemática de gran contenido social, de reclamos de diferentes corrientes donde el arte fue un gran partícipe de las emociones sociales.
Tiempo de Mujer, es una mirada hacia el futuro, pero también representa la historia, es parte de un proceso que involucra un todo, un camino lleno de colores, de vibración, de sueños. Invita a explorar, salir, observar, caminar con paso firme, seguro. Sin perder la esencia propia de la mujer, con sutileza, delicadeza, pasión, transformada en colores y texturas que despiertan nuestros sentidos.
Como un momento único donde los espacios permiten expandir sensaciones, emociones, donde podemos expresar con el arte parte de la historia, presente y futuro superador, todo eso representa tiempo de mujer. No se trata de una tendencia fugaz, sino de un proceso que se construyó a través de décadas, con el arte como testigo implacable, estamos frente a un proceso de integración que nos eleva como mujeres.
No se trata del final de una etapa, solo es el comienzo de un camino. Es tiempo de seguir creciendo y de cosechar. Esta obra representa un momento importante en mi vida, donde se conjugan experiencias, crecimiento como mujer, como madre, esposa, artista, profesora, enlazados por mi amor al arte. Hoy alzo mi voz a través del pincel, fiel comunicador de mis sentimientos, pensamientos, sensaciones, con la autenticidad de cada pincelada.
Michelle M. Poliakoff
Argentina – Residente en Panamá
Michellempoliakoff@gmail.com
Obra: Tiempo de Mujer
Técnica: Oleo – Mixta